El éxito de la reforma estriba en la gran sensación de amplitud que se ha conseguido en una vivienda reducida, manteniendo la separación básica de espacios (salón, dormitorio, cocina y baño) pero también unificándolos a través del suelo: en toda la vivienda, incluidas las zonas húmedas, hemos instalado el mismo material, un parquet laminado en roble natural de la empresa Pergo, resistente al agua y convenientemente sellado en cocina y baño. De esta forma no hay corte visual en ninguna parte.

Comenzamos por definir la obra. Eliminamos todo lo que no aportaba y dejamos la planta con los muros estrictamente necesarios, respetando la distribución, pero remodelando por completo el baño. Muy importante es el diseño personalizado de un panel de DM rayado, lacado en blanco, que oculta las puertas de la nevera y del dormitorio, mediante herrajes ocultos. Los tiradores de madera están hechos también a medida y se funden con el panel. El trampantojo continúa en las puertas: la que da acceso al dormitorio está integrada en la cocina y la que da acceso al baño, con el armario. Son recursos y estrategias de diseño, sutiles pero muy eficaces, que obran magia y consiguen crear la ilusión de amplitud donde nadie esperaría encontrarla. Esto permite, además, ganar espacio y tamaño para la mesa, en el salón, y mejoramos el confort en la zona de paso.

Hemos optado por realizar algunos muebles a medida (escritorio, baldas, mesillas), todos ellos suspendidos para reforzar la ligereza, así como el uso de apliques de pared en el dormitorio en lugar de lámparas. En los muebles que adquirimos en brocantes y tiendas de Barcelona predominan las formas curvas, para ayuda de la circulación. Una pieza recuperada de la clienta es el sofá de Vinçon, que hemos retapizado en una micropana beige.