Nos adentramos en una vivienda unifamiliar habitada por una pareja de ingenieros y sus dos hijos adolescentes. Los clientes han dedicado mucho tiempo a la construcción de su hogar, lo que se aprecia en muchos detalles de esta maravillosa vivienda.

Presenta diversas opciones de revestimientos y acabados, de elegante concepto.

Merecen especial atención los zócalos, con una alternativa nueva en arquitectura: decidimos no instalar el tradicional, sino el rodapié invertido. Su fijación supone un corte en la pared y garantiza un aspecto continuo, sin cambios de relieve. Esta propuesta diferente en la presentación de las paredes agrega mucho valor a la estética de conjunto. ¡Todavía es posible sorprender a los clientes!

En este hogar fluyen las combinaciones de materiales que generan sorpresa y deleite: el hormigón, los suelos cerámicos acabado madera o cemento, el cristal, la carpintería madera de roble en puertas, perfilería negra de las ventanas, paredes en tonos grises. Todo ello ofrece un conjunto natural muy equilibrado y armónico.

La ejecución del proyecto se alargó dos años, entre la pandemia, Filomena, la escasez de materiales y otras adversidades. Pero logramos superar todos los obstáculos para ver y admirar este magnífico resultado.

En realidad aprovechamos el periodo de construcción de la casa, para trabajar en el proyecto de interiorismo. Sin prisa fuimos decidiendo distribución, mobiliario, paleta de color, detalles de materiales… Diseñamos mobiliario a medida y nos ajustamos a las necesidades de cada uno de los miembros de la casa.

Las habitaciones juveniles son idénticas en tamaño y disposición, pero con detalles que las diferencian y personalizan, respetando el estilo contemporáneo de la vivienda.

El dormitorio principal aparenta un estilo algo más cálido marcado por la madera de roble blanqueada con patina y los detalles metálicos de los tiradores. Una gran cómoda sirve de enmarque para la decoración con jarrones, espejos y recuerdos familiares; un cabecero espectacular tapizado en piel beige y una banqueta en capitoné, tapizada en terciopelo color taupé. Colores neutros, que conviven en muy buena sintonía dentro del conjunto de la casa.

El baño principal está presidido por un espejo que hace de medianera.

Diferenciamos los lavabos de un espacio de tocador, junto a la ventana donde destaca la silla Master cuyo diseño siempre realza el conjunto. Hemos ubicado cabinas independientes con puerta de cristal, una para el wc y otra para la ducha. Los azulejos se presentan combinando escamas azules y el espacio se perfila con un mosaico en tonos beige. El diseño más que acertado de la librería en la zona de la bañera es fruto de una idea que los clientes tomaron de un hotel, en uno de sus viajes.

La cocina cobra gran importancia. Es muy amplia y recibe mucha luz, por lo que nos hemos permitido jugar con la intensidad del color oscuro y aprovechar el brillo de ciertos materiales para reflejar aún más la luz. Apostando por un tono antracita en todo el mobiliario, escogiendo un tirador uñero. Las encimeras en DeKton veteado en negro y blanco, los fregaderos y grifos en negro mate… Todo ello genera una atmósfera muy íntima y cálida en la que no faltan los guiños, como la isla rematada en L con la barra.

El despacho está realizado en madera lacada combinada con detalles piel en color caramelo. La combinación de estos materiales es poco frecuente, pero muy interesante, por el contraste de texturas. La silla también ofrece esa combinación. La estrella es el sillón, de líneas orgánicas muy seductoras y confortables, tapizado en capitoné en velur azul claro, reforzando la conexión con otras estancias. Studio Gromé ha realizado el diseño de la librería, en estrecha relación con los clientes. Es un conjunto de baldas y cubos fabricados en laca y unidos por dos verticales en metal pintado, acabado marrón. El objetivo era una estantería ligera y muy funcional.